Empezamos el ejercicio y, por la necesidad de obtener crédito, se presenta un presupuesto absolutamente ficticio e incumplible. No se dudó un momento en hipotecarnos aún más; empezaba un año de elecciones y había necesidad de presentar “algo” como propio, más en un gobierno resultante de una moción de censura.
Pero el esfuerzo más importante de ese gobierno ha sido seguir con la campaña mediática que comenzó en 2009 y ha seguido hasta mayo de 2011. Campaña sin parangón, por las cifras que se barajan, más de 600.000 € ya pagados y lo que falta, con el fin de promocionar y dar a conocer la figura de nuestro alcalde, de FUPS a principio de año y de CIU después de mayo.
Llegamos a julio y tenemos ya la primera promesa incumplida; con nocturnidad y alevosía se aprueba por el nuevo equipo de gobierno el aumento de algunos impuestos, después de haberse llenado la boca con que “ESTE GOBIERNO NO SUBIRÁ LOS IMPUESTOS”. Pues bien, han subido aquellos que más afectan a los ciudadanos y, por lo tanto, los que más se debían proteger como el transporte escolar, la escuela municipal de música o las clases de adultos entre otros.
A principios de octubre se aprueba otra medida drástica. CIU, PP y el miembro de UTPS/ NSDE (No Se Donde Estoy) Ramón Pascual votan a favor, y 17 trabajadores/as van a perder su puesto de trabajo, sin más, sin argumentos, sin estudiar otras propuestas y por motivos económicos, cuando se han malgastado y dilapidado en gastos suntuarios recursos necesarios para el buen funcionamiento de cualquier empresa.
Ahora, ya en el último trimestre del año, leemos que el Ayuntamiento debe a proveedores más de 4 millones. Mientras tanto, un cargo de confianza del PP hasta mayo se va y deja un agujero de más de 90.000 €. ¿Cómo es posible que el responsable político y Regidor del citado cargo de confianza alegue desconocimiento?
O se cambia la forma de hacer política municipal y se asumen las responsabilidades para la mejor gestión de nuestros recursos, o mal vamos.
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